El cuidador es quien asume la responsabilidad de cuidar y supervisar el estado de una persona mayor dependiente o de un enfermo, con el objetivo de mantener su bienestar y calidad de vida.
La persona que cuida puede verse sobrepasada por la situación y la dedicación continua al enfermo.
En este momento, suelen aparecer síntomas físicos, emocionales y sociales que nos advierten de este riesgo y nos alertan de la necesidad de que el cuidador busque espacio para cuidarse también a sí mismo:
Cansancio.
Falta de apetito.
Alteraciones del sueño.
Dolores musculares y palpitaciones.
Abandono de su aspecto físico.
Ruptura de las relaciones con familiares y amigos.
Desinterés por actividades que anteriormente realizaba.
Soledad y sentimiento de aislamiento.
Tristeza o sentimientos de culpa.
Disminución de la autoestima.
Cambios de humor e irritabilidad.
Dificultad para concentrarse.
Pérdida de memoria.
Para CIFO, los cuidadores voluntarios son una especie de héroes anónimos,
por lo que siempre valoramos el esfuerzo diario que realizan por ayudar a salir adelante a su familiar o amigo.
A través del Sistema CIFO, se ofrece todo lo necesario para determinar las condiciones en las que se encuentra la columna y establecer el tratamiento a seguir.
El cuidador también debe seguir unas pautas de actuación consigo mismo, para valorar su estado de salud y pedir apoyo en caso de que sea necesario.
Gracias por su confianza
“Cuando me lesioné dejé de hacer muchas cosas, tuve que dejar de practicar el deporte que tanto me gusta y mis actividades diarias. Ahorita ya puedo hacer todo con normalidad y no hay nada de dolor, estoy muy feliz por eso y me sentí muy cómoda durante el tiempo de terapia.
Debo de confesar que todo esto es nuevo para mí, yo no conocía la fisioterapia ni las operaciones tan modernas, yo solo conocía de ''hueseros y sobadores''. Tuve una caída muy fuerte en la que mi pierna se salió de mi lugar y yo solo me la acomodé, pero a los meses empezó a haber mucho dolor, mi rodilla hinchada, mi pie hinchado, tuve que dejar de hacer mis actividades y mi trabajo. El Dr. Rodrigo Aguirre me operó y él me recomendó venir a CIFO por lo cual le estoy muy agradecido. Gracias a todos, pero en especial a Rocío quien fue mi terapeuta esa muchachita me saco adelante. Si no fuera por ella no sé que hubiera hecho. Ahora que me graduo de terapia estoy muy emocionado y agradecido.
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